LA MEDIOCRIDAD

Hoy he podido comprobar como la medicridad es un cancer.
Todas las personas debemos ser considerada como iguales, con los mismos derechos y los mismos deberes. Esto que debería ser la máxima que rigiera el mundo dista mucho de cumplirse. Pero hay una serie de persona, que no en derechos, sino por sus actitudes son mediocres: mediocres en su forma de vivir, mediocres en su forma de actuar, mediocres en su forma de tratar y de aprovecharse de la buena voluntad de la gente.
De este tipo de personas, desgraciadamente, abunda hoy en día. Son gente que no reconocen su mediocridad, es más ser creen superiores al resto y cometen atropellos amparándose en una serie de supuestas actitudes, estudios o prestigio que creen tener.
Digo mal, si reconocen sus carencias y sus frustraciones pero creen que las disimulan aparentando ser superiores. No saben ellos que con el tiempo a todos se nos ve el plumero.
Tratan siempre de aprovechar el mínimo resquicio para sacar partido a todo en beneficio propio, bien sea económico o de notoriedad, aunque por lo general se trata de lo primero.
¿Porqué? pues por que saben que de otra manera no lo podrían conseguirlo; no con el trabajo, no con su personalidad, no con su humor... Y en cuanto pueden tienden a salir en los papeles y a cobrar por ello, intentando engañar al que va con la verdad por delante, y a veces lo consiguen.